Muy lejos de la Excelencia.

Durante la semana estuvimos junto a los seleccionado cordobeses en el Torneo Argentino de Handball en Chapadmalal compartiendo y viendo el torneo dentro y fuera de la cancha. Estuvimos preguntando y vivenciando cuestiones organizativas del mismo, y la realidad es que nos ha dejado mucha tela para cortar. En primer lugar el lugar la precariedad y poca comodidad del alojamiento. Al desarrollarse en el complejo Polideportivo de Chapadmalal el alojamiento propuesto e impuesto es el de la Unidad Turística Paseo Costanero Sur Presidente Illia 20 Sur. El mismo, con más de 50 años de su creación a cargo del por entonces presidente Perón, no sólo no posee las comodidades propias de quienes van a disputar el torneo más importante de nuestro país a nivel de selecciones, sino que dista mucho de tenerlas. Habitaciones de cinco o más integrantes, sin sistemas de calefacción ni ventilación (más allá del viento de la playa), colchones en estado lamentable, sábanas en peor estado o inexistentes en muchos casos son algunos de las pésimas condiciones. Todo ello sin contar el sistema de baños compartidos, es decir un vestuario o baños – uno para varones y otro para mujeres- por ala del hotel, con la siguiente incomodidad que genera compartir con 50 individuos desconocidos un tema tan personal y particular como el de la higiene y el aseo personal. Por ello no es un dato menor que las autoridades del torneo y los árbitros se hospeden en el Hotel n° 2, catalogado de mejor categoría que el n°4 que alberga a los deportistas. En segundo lugar, la lluvia insesante del miércoles que obligó a suspender tres veces en la misma tarde la semifinal entre Córdoba y Mendoza. Así relata el momento vivido Eduardo Orsi, peridista de nuestra ciudad presente en dicha jornada.  «LLovió incesantemente durante el viernes y desnudó la precariedad en cuanto a infraestructura del predio donde se realizó el torneo. Además de la nula previsión de las autoridades para conseguir una cancha sustituta que reemplace a ésta y poder jugar. Sólo se apeló a un informe de la base naval ( aunque parezca un chiste) para conocer que al otro día no iba llover y el encuentro se iba a poder jugar. Al final, no llovió y todo concluyó pero queda la duda de qué hubiera sucedido si el agua no paraba. « Aún así, faltaba el papelón final. Durante la premiación, y al recibir las medallas del tercer puesto obtenido, los jugadores cordobeses se toparon con que las mismas no eran propias del torneo que se acababa de disputar, sino que eran sobrantes del Argentino de Menores y Cadetes disputado en abril de 2011. En la parte posterior de dichas medallas podía observarse el papel que así lo dice. Sin palabras En fin, demasiadas falencias, poca previsión (o nula) y sobretodo NINGUNA AUTOCRÍTICA. Lo que quedo evidenciado al escuchar en la entrega de premios el calificativo de «Éxito» y de «contribución al progreso del handball con la experiencia vivida». Queda claro que el desarrollo del deporte y la mejora de las condiciones del mismo no forma parte de la agenda de la Confederación Argentina que sólo realiza este tipo de torneos, y lo seguirá haciendo, con el propósito único y último de ser RECAUDATORIO. Por eso, sólo nos queda aferrarnos a la ilusión de que en Londres 2012 Nuestro deporte sea Olímpico y a partir de allí podamos ver cambios en algunas condiciones.