La ANTITÉCNICA

Por Juan Bar Pasiónhandball.com.ar   ¿Cuántas veces te volviste loco tratando de pararle un tiro a ese extremo? ¿Cuántas veces perdiste la calma tratando de atajarle un penal a ese jugador? ¿Nunca te sucedió de sentirte un tonto después de que el mismo jugador te hiciera 10 goles seguidos? Bueno, si te identificás con alguna de estas situaciones, te presento la solución: LA ANTITECNICA. Como bien lo indica su nombre, la antitécnica consiste en cambiar nuestra forma de parar, dejar de lado por un momento la tècnica habitual y actuar de forma diversa . El objetivo es sorprender al lanzador. Veámoslo con un ejemplo: Minuto 45 del partido, ESE extremo derecho te está volviendo loco, te tiene dominado, tira desde donde quiere, como quiere y hace gol. Vos hacés lo que sabés hacer, das dos pasos hacia adelante, lo esperás con los brazos arriba, te ponés de frente a él y seguís su brazo, leyendo el tiro y tratando de llevarlo hacia tu punto fuerte. Pero no hay caso, él sigue metiéndola una y otra vez. Llegó el momento de cambiar las cosas. El próximo tiro, en vez de dar los dos pasos adelante como venías haciendo, te quedás en la linea pegadito al palo, le cambiàs el panorama, él no venía mentalmente preparado para eso y es probable que pierda un poco de seguridad y confianza. Lo esperás bien pegadito al palo, y cuando tira vas inmediatamente abajo al segundo palo. ¿La paraste? Otro ejemplo: Penal. Es el sexto penal que te va a tirar el mismo jugador y hasta ahora no le paraste ninguno, se ve que te tomó la medida. En vez de salir hasta los 4 metros como hiciste en todos los penales anteriores, te quedás atrás, en posición de arquero de fútbol, el jugador se va a ver obligado a tirar fuerte, y probablemente bajo estrés realizarà el tiro màs seguro que tiene el 90 % de los jugadores, abajo a tu derecha (siempre que sea diestro ), ¿funciona o no? Estos casos son obviamente ilustrativos, ya que no siempre es así, pero a lo que apunta la antitécnica es a dejar de lado la forma en la que uno para siempre y cambiar, hacer algo extraño que el rival no se espera. Muchas veces no solo los arqueros estudiamos al rival, muchas veces nos tienen estudiados a nosotros mismos, o también puede suceder que durante el partido el jugador se acostumbró a nuestra forma de parar. Entonces cambiándole la perspectiva y jugando un poco con la psicología del contrario podemos llegar a obtener buenos resultados. Algunas veces no funciona, simplemente porque el jugador está tan seguro de si mismo que la sigue metiendo a pesar de nuestros intentos. Otras veces funciona y nos ayuda tanto a cambiar el partido (quizás ese jugador estaba manteniendo a su equipo hasta ese momento ), como a cambiarnos a nosotros mismos, nos da el golpe de moral justo para meternos de nuevo con la cabeza al 100 %, ya que habìamos perdido la concentración y la confianza. Por experiencia propia en la mayoría de los casos que tuve que utilizar esta forma de parar fue en tiros cercanos al arco, ya sea 6 o 7 metros o desde los extremos. En el caso de los tiros desde 9 metros es un poco diferente, ya que el jugador al tirar desde esa distancia no está prestando su atencion 100% al portero, sino que hay otras cosas influyentes como la defensa, el bloqueo, la distancia y ángulo desde donde tira. Sin embargo un ejemplo de antitécnica para parar desde los 9 metros consistiría en cambiar nuestro razonamiento de acción. Para ejemplificar, si nosotros paramos normalmente por reflejo, entonces cambiamos y paramos yendo a un palo elegido. Si en cambio nosotros paramos mas por intuición, entonces cambiamos y tratamos de hacerlo por reflejo y reacción. En la formación del portero es muy importante aprender debidamente la técnica para parar. La técnica se inventó para hacer mas fácil nuestra tarea, es mucho mas sencillo parar si uno es un portero técnicamente correcto. Lógicamente existen casos de arqueros que no son técnicos y basan su trabajo en lo físico, ya sea por tamaño o ya sea por velocidad, dejando de esta manera la tècnica de lado, pero no todos medimos dos metros o tenemos una velocidad de reaccion impresionante. Yo propongo que la antitécnica sea usada por porteros ya formados, que ya llegaron a una madurez suficiente y saben lo que tienen que hacer. Para poder romper las reglas primero hay que conocerlas bien. No sirve que en las etapas de formación del portero, se trabaje con la antitécnica, porque en el caso de tener buen resultado, el jóven arquero va a creer que esa es la manera correcta de parar, y no es así. Con la antitécnica se deja de lado lo correcto para cambiar un partido y ganarlo, y en las categorias formativas la principal motivación del entrenador y de los jugadores no debe ser ganar sino hacer que sus jugadores aprendan y el dìa de mañana puedan ganar utlizando todas las herramientas que fueron puestas a su disposición durante su formación. En lo que respecta al àmbito internacional, a veces es difícil ver porteros que en determinado momento del partido cambien su forma de parar. Esto se da porque los jugadores son tan expertos que es muy dificil sorprenderlos. Pero hay ejemplos, uno de ellos es el de Vlado Sola. El croata solía ejecutar en ciertos momentos de los partidos una parada bastante inusual, pero que sin embargo todos conocemos. La acción consistía en que apenas el extremo tomaba el balón para comenzar la carrera de tiro, él salia disparado hacia los 6 metros y cuando el tirador se daba cuenta, ya lo tenía a medio metro. Reconozcamos que no debe ser fácil ni agradable ver que se te viene encima Vlado Sola (1.95 y mas de 100 kg), la gran mayoría terminaba decidiendo con demasiada prisa y por consecuencia errando el tiro. Para ir cerrando, recordemos que no existe un movimiento preciso que sea llamado “antitecnica”, si fuera asi, comenzaría a formar parte de la técnica. Lo que se propone es el cambio y la sorpresa, y si es posible hasta asustar al rival. Otra cosa importante es que si nosotros comenzamos a hacerlo con cierta regularidad, los rivales ya van a saber que solemos realizar acciones de este tipo, entonces ya la van a estar esperando, van a saber que forma parte de nuestro repertorio de paradas y de esta manera vamos a perder el objetivo principal que es la sorpresa.