Valorando lo Nuestro

Luego del buen Mundial de Suecia disputado por nuestra selección nacional en el 2011, o de la clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres, el handball gano cierta popularidad en nuestro país. Era normal que luego de esos torneos, la gente nos hablara de Los Gladiadores, conociera los nombres de los jugadores, que nos pregunten sobre alguna regla o nos hablen sobre algún gol; cosas que no ocurrían en el pasado. Pero además de todo eso, muchas personas no entendían que sea un logro terminar en el  puesto 12 del mundo o clasificar a un juego olímpico, algo habitual en muchas otras disciplinas en Argentina.

En nuestro país, hay aproximadamente 15000 deportistas federados a la Confederación Argentina de Handball, que representa a aproximadamente el 0.03 % de la población (es decir que alrededor de 3 de cada 10000 habitantes compiten en nuestro deporte). No contamos con una Liga Nacional, y los jugadores que se desempeñan en ligas locales lo hacen sin recibir dinero a cambio, a veces poniendo de su propio bolsillo, con partidos en estadios con muy pocos espectadores y a veces entrenando en canchas al aire libre. Por otro lado, en la actualidad contamos con solo un integrante de la Selección Nacional que dispute la EHF Champions League: Gonzalo Carou (y el año que viene todo parece indicar que Diego Simonet la disputará con el Montpellier). Mientras tanto, la realidad de los países europeos es totalmente diferente. En cuanto a cantidad de personas que practican handball las disimilitudes son extraordinarias: la Federación Alemana de Balonmano (la más grande del mundo) cuenta con 830.000 jugadores federados, la Federación Francesa con 470.000 de  jugadores o en lugares como Dinamarca o Noruega el 2% de la población (1 de cada 50 personas) es jugador federado de Handball. Podríamos decir más aún contando que los países del viejo  continente que clasifican a mundiales cuentan con ligas nacionales en donde se desempeñan jugadores profesionales. No sólo eso,sino también todo el espectáculo deportivo que involucra, ejemplo de esto es la final de la liga danesa de 2011, en donde se adapto un estadio de futbol para disputar el partido, registrándose 36.651 espectadores, las mismísima Bundesliga (la NBA del handball)  o los partidos de las Finar Four realizadas todos los años para determinar al campeón de la EHF Champions League, que en el 2012 fueron presenciados por 20000 personas. No sólo las diferencias son con los países europeos. En el plano continental podemos encontrar desventajas respecto a la situación de Brasil: Infraestructura (organizo el ultimo Mundial Femenino), cuenta con la mejora jugadora del mundo (Alexandra Do Nascimento) y  tiene una liga nacional semiprofesional, con equipos que disputaron la Super Globe (Mundial de Clubes) ,que sin duda suma experiencia a sus jugadores. Por último, cuenta con un elaborado plan de desarrollo olímpico (Aunque Argentina  ha empezado poniendo en marcha el ProHandb hace año y medio). Sin dudas, estas diferencias tienen un impacto directo sobre el nivel de juego, ya que al contar con mayor cantidad de jugadores, mejor entrenados, con mayor experiencia en torneos de mayor jerarquía y roce internacional, se puede formar un equipo más competitivo que en las condiciones que se dan en nuestro país Por Todas las razones enumeradas anteriormente, creemos vale la pena volver a recordar lo meritorio que resulta en la actualidad nuestra Selección Nacional, que pueda jugarle “de igual a igual” a las superpotencias de nuestro deporte, y que se luche hasta el final cada partido, haciéndole honor a ese nombre que tan bien lograron ganarse: Gladiadores