Buscando el Norte.
Concluyó una nueva edición del Nacional de Clubes que se disputó en Mendoza y si algo quedó claro es que el mayor torneo de clubes del país no estuvo a la altura de lo que se esperaba en materia estructural. Resulta un poco complicado analizar un torneo que en la previa ya daba muestras de fragilidad desde distintos aspectos. El formato deportivo estaba tan claro como condenado de antemano: 6 partidos en 6 días, sin margen para el error y sólo los primeros jugando una final hizo que cada zona fuera un torneo en sí mismo. La ausencia de cruces de semifinales obligaba a jugar – y arriesgar- sin guardar nada. Para completar las complicaciones logísticas que trajo aparejado el formato podemos nombrar el cambio de una sede a una semana del torneo – con escuadras que habían pagado su alojamiento- algunos equipos que jugaron 12 ó 14 hs luego de su partido anterior y jugadores que no llegaron a ir por cuestiones laborales (no es nada fácil pedir o compensar 5 días hábiles en un empleo) por sólo nombrar algunas. La difusión, párrafo aparte. La edición 2012 del nacional a cargo de Fe.MeBal. había marcado un estándar que parecía alto. Streaming todos los partidos, con relatos lo más atractivos, fotografía de parte de varios medios, información en tiempo real de los resultados y encuentros en disputa, y muy buena concurrencia de gente en los partidos decisivos, etc. Sin dudas un piso demasiado alto que la organización tenía el desafío de alcanzar. Sin embargo, nada sucedió. A la nula cobertura de todo tipo se sumó la falta imágenes, certezas y hasta de precisiones sobre mecanismos de desempate. Y ojo, que no se trata de una crítica destructiva, si no que sorprende que el Torneo de Clubes más importante de la República Argentina no haya estado a la altura de las expectativas puestas en él. Una luz en tanta oscuridad Sin embargo, no todo está perdido. La cuarta colocación de Escuelas Pías (quedando primero junto a Ballester y Sedalo en la zona) perdiendo en la última pelota con River Plate, la actuación de Municipalidad de Maipú venciendo a AAA Quilmes por la zona B y haciendo verdaderos partidazos a Colegio Ward y River (donde cayó sobre el final), el quinto lugar de las cordobesas de Unión Eléctrica peleando los partidos de su zona contra Luján y Cideco nos dan una luz de esperanza entre tanta realidad deportiva desigual. En ese sentido también, y como siempre, se hace muy difícil no coincidir con la nota El Gran Bonete Nacional que nuestros amigos de Pasión Handball hoy nos comparten. A pesar de tanta dificultad y desigualdad hay pequeñas luces que nos hacen creer que la competencia nacional puede mejorar. Faltará menos para que una nueva edición del Nacional exista. Estamos a algo menos de un año de su próxima edición, y seguramente con un mejor aprendizaje de lo que este tipo de Torneos se merece tendremos motivos para creer que la competencia nacional encontrará su verdadero rumbo.