Nos falta Cancha
El Argentino de Comodoro fue una muy buena noticia para el handball nacional. En lo organizativo fue ordenado, muy buena cobertura en redes sociales, y si algo llamó la atención fue la calidad de la infraestructura. Con dos sedes para la disputa de los partidos, y con refacciones hechas especialmente para la ocasión, las instalaciones se robaron las miradas de muchos… y en especial de la ausente Córdoba. Medidas reglamentarias, pisos de parqué flotante en un caso y cemento pintado en su totalidad con sintético adherente por el otro hablan de una federación que en materia de soporte estructural goza de buena salud. Buenos Aires es materia aparte en lo que a instalaciones respecta. Si nuestro análisis no falla, prácticamente todos los encuentros de Liga de honor se juegan sobre superficies de madera y en la mayoría de los casos flotante: SAG Ballester, Sag Lomas, Afalp, AAA Quilmes por sólo nombrar algunos. Mendoza cuenta con el Poliderpotivo de Maipú (Construido para el Mundial Junior del ´95) que además de poseer una superficie con parqué flotante – hasta hace unos años tenía carpeta de goma arriba- cuenta con gradas y butacas en cada lado de la cancha. Un lujo. También Lujan de Cuyo, sede del último Nacional de Clubes cuenta con condiciones similares. ¿Y por Córdoba? La carencia de infraestructura es un mal que data de mucho tiempo. Por empezar hace menos de 10 años que se impuso la obligación de hacer de local en instalaciones cubiertas y dejar de ese modo de estar dependiendo de cuestiones climática inmanejables. Si de instalaciones propias se tratan, son pocos los equipos que ofician de local en instalaciones que les pertenezcan. Basta ver la programación semanal para observar cómo el Colegio Cassaffousth, el Club Banco de Córdoba y hasta el colegio Nacional de Villa María suman entre sí más del 70% de los partidos de la fecha. Que no se confunda nuestro punto de vista. No es crítica de ningún tipo, es análisis de la realidad. Ningunas de las instalaciones anteriormente cuentan con piso de madera. Mosaico calcario y cemento liso en el mejor de los casos, superficies claramente peligrosas a la hora de contar con la caída al lanzar o de sufrir un inesperado e indeseado golpe en el aire. El golpe duro contra el piso está a la orden del día y la posibilidad de una lesión peligrosa, también. La cancha del Club Barrio Parque Capital aparece como un oasis en medio de tanta carencia. Piso de madera flotante plastificado, gradas y tribunas a ambos lados. Si bien tenemos entendido que no llega al largo reglamentario de 40 metros de largo, es sin dudas la mejor cancha de la Liga. ¿Cómo responder a este déficit? ¿Qué y cuánto podría mejorar el aprendizaje en edades formativas el poder contar con al infraestructura adecuada? ¿Debería ser una «inversión» de cada club de manera individual o bien podría pensarse algo en conjunto y con el aporte de la Federación Cordobesa? Sin dudas que es un tema de mucho para analizar, pero hay algo que está claro: Este déficit data de muchísimos años y perder tiempo y no contar con condiciones es dar ventaja. Ventaja que de seguir así, será difícil recortar.