Segundos Sudamericanos

Argentina fue subcampeón en el torneo que se disputó en Bogotá. En la última fecha, los chicos nacionales perdieron 35-22 con Brasil, representado por el Pinheiro EC, y no pudieron repetir el título obtenido en 2012 en Lima. A cerca de la actuación argentina y del proceso previo al torneo, Eduardo Gallazzi dialogó en forma exclusiva con el responsable del equipo, Germán Barceló, donde así analizaba el trabajo realizado.     EG- ¿Cómo fue el proceso para formar este grupo? ¿Cuándo comenzaron a trabajar? Con un grupo de jugadores ya veníamos trabajando desde el año anterior, algunos habían participado del Sudamericano de Menores, en Palmira, Colombia, otros del Sudamericano de Cadetes, en Lima, Perú, y otros habían estado en alguna de las etapas del proceso, pero por diferentes motivos les tocó quedar afuera de la lista en alguno de los cortes que se fueron realizando a lo largo del ciclo. Con el resto de los jugadores, se realizó una convocatoria masiva, donde se les solicitó a los técnicos de los diferentes clubes de Fe.Me.Bal y ASBAL, que nos enviaran jugadores que a consideración de ellos tuvieran proyección para integrar una Selección Nacional, teniendo en cuenta sus condiciones técnico/tácticas, altura, cualidades físicas, biotipo, etc. como así también jugadores que superasen 1.90 mts de altura, en este caso, sin importar las características mencionadas anteriormente. Dicha convocatoria se desarrolló en el mes de junio en dos bloques, uno para los jugadores nacidos en 1997 y otro para jugadores nacidos en 1998, en las instalaciones del Club Vilo, donde asistieron más de 100 chicos. Los seleccionados en esta convocatoria, se incorporaron a los entrenamientos con el resto de los jugadores que ya venían entrenando desde el año anterior. En relación a los jugadores del interior, fueron observados en los diferentes Torneos Argentinos y Nacionales en 2012 y 2013, también por charlas con entrenadores de las diferentes regiones y por medio del Prohand que también en una de las concentraciones de vacaciones de invierno, acercó jugadores para que los observemos, uno de los cuales, viajó a Colombia en este Sudamericano como integrante del plantel.  Se llegó a la lista final luego de muchos entrenamientos, en Palomar, en el Cenard, en diferentes Clubes, luego de varias concentraciones y después de muchos partidos amistosos con selecciones Femeninas Absoluta y Juniors y con diversos clubes de categorías juveniles (Vilo, River, Sedalo, Mitre, Unlu, entre otros) hay que destacar el esfuerzo que hacen los jugadores y padres para asistir siempre a los entrenamientos a pesar de la distancia, inclemencias del tiempo, etc. Finalmente viajan los que a consideración del cuerpo técnico son los que mejor están en ese momento o que uno ve que tienen mucha proyección y todas estas experiencias son muy enriquecedoras para alcanzar ese objetivo de formar parte en un futuro de una selección Mayor. EG- Imagino que la lista final no debe haber sido fácil realizarla… Nunca es fácil dar una lista, primero porque son chicos y tienen muchas ilusiones de vestir la “celeste y blanca” y quedar afuera después de tanto esfuerzo, es muy difícil de comprender, por eso me tomo el tiempo necesario y hablo con cada uno de ellos e intento explicarles los motivos de mi decisión y les hago una devolución de lo que a mi consideración deberían mejorar para en un futuro cercano tener una nueva posibilidad de integrar una selección, igualmente durante todo el ciclo intento prepararlos para ese momento grato para unos y doloroso para otros, y que comprendan que esto recién empieza y que todo ese esfuerzo no es en vano si les tocara quedar afuera. Es una categoría formativa, y uno como técnico y docente, intenta fortalecer todos los valores que en sus familias les inculcaron y son determinantes para integrar una selección, respeto, compromiso, sacrificio, pertenencia, humildad, esfuerzo, compañerismo, responsabilidad, y a la hora de quedar adentro o afuera de una lista si todos estos valores están trabajados, no es solo un técnico que está en la contención si no todo un equipo de jugadores y familiares que los van a apoyar de manera incondicional. EG- ¿Cómo fue la organización del Torneo? En líneas generales estuvo bien, sé que con algunas delegaciones hubo algún inconveniente con el transporte o la cancha en horarios de entrenamiento, en lo que se refiere a nosotros, no tuvimos ningún contratiempo, más allá de algún tema con la comida, que al pasar los días fuimos acomodando, algo que sucede en la mayoría de los torneos por las diferencias culturales entre los diferentes países. También hubo inconvenientes con el sonido y el tablero electrónico que finalmente lo solucionaron con un tablero pequeño sobre la mesa de control. En cuanto a los partidos, todos se desarrollaron en tiempo y forma, en un estadio con piso de parquet y mucha capacidad para espectadores, creo que faltó una mayor publicidad y difusión del evento, considero que podría haber sido una buena oportunidad para que los niños de las escuelas cercanas conozcan más de este deporte. EG- Contanos un poco del desarrollo de los partidos Sabíamos que era un torneo difícil, no solo por el nivel de los participantes, si no también por el factor físico, ya que eran 5 partidos en 5 días, con 2600 mts de altura y con un fixture que iba de menor a mayor dejando los compromisos más duros para el final con lo que eso significaba para el aspecto físico entre cansancio acumulado y golpes recibidos. La rotación fue un factor determinante en los primeros cuatro partidos dándole minutos en cancha a todos los jugadores. Debutamos contra Uruguay, tomando todas las precauciones del caso, teniendo en cuenta que siempre los primeros partidos son difíciles, ellos ya estaban en Colombia desde el día anterior y habían podido entrenar en el estadio haciendo un reconocimiento previo del mismo, nosotros en cambio llegamos a Bogotá muy tarde en la madrugada de ese día y no pudimos conocer el estadio hasta una hora antes del partido, pero ya desde el primer tiempo pudimos marcar una importante diferencia que nos permitió ir al descanso 8 goles arriba, para terminar el partido ganando 33 a 20, mostrando una buena performance en todas las fases de juego en especial en el contraataque. El segundo partido fue contra Perú, el cual lo ganamos 49 a 12, buscamos una buena diferencia de gol porque sabíamos que al ser un torneo con un sistema de todos contra todos, se podía definir en caso de empate por diferencia de gol y era muy bueno llegar al final del torneo con esa ventaja a favor, se jugó bien en todas las fases en especial en el 2do tiempo que con una defensa abierta logramos recuperar muchas pelotas, lo que nos ayudó a incrementar la diferencia, así como también bajamos la cantidad de goles en contra, en esta segunda mitad nos convirtieron solo en tres oportunidades. El tercer partido fue con Colombia, el cual pudimos resolver rápidamente sacando 10 goles de ventaja en el primer tiempo, luego para el segundo tiempo se rotó al equipo en reiteradas oportunidades para poder cuidar un poco el físico de todos, teniendo en cuenta que todavía quedaban por delante los dos partidos más complicados del Torneo. Este partido terminó 29 a 18 El cuarto partido fue con Chile, un equipo muy duro y que por tradición generalmente a los equipos Argentinos le juegan con un plus extra y se hacen siempre partidos complicados en todas las categorías. Jugamos un muy buen partido, que logramos manejar desde el comienzo y no dejamos que se nos acercaran a menos de tres goles con parciales de 4, 5 y hasta 6 goles de diferencia en diferentes pasajes del encuentro, a lo largo del partido tuvimos muchas exclusiones, 9, contra 2 del equipo Chileno, lo que nos llevó a jugar en inferioridad numérica gran parte del partido. El resultado final fue 25 a 22 a favor nuestro. EG- ¿Y la final? Está claro por el resultado que no se dio la final que esperábamos, primero destaco que el equipo Brasilero jugó muy bien, creo que fue su mejor partido en este Sudamericano y que a lo largo del Torneo fue muy sólido, tenían dos laterales, uno zurdo y otro diestro, ambos arriba del metro 95, con un muy buen porte y un gran desarrollo físico y motríz, realmente parecían jugadores de una categoría superior, y en esta final estuvieron los dos con rendimientos muy altos, acompañados por el arquero, que también tuvo una gran tarde y tres jugadores de primera línea que iban rotando en un partido que les salieron todas. Nosotros habíamos tenido un duro partido con Chile, muy cargado de emociones y con mucho desgaste físico, teniendo que jugar este partido con menos de 24 hs de recuperación ya que habíamos jugado en el último turno del día anterior mientras que el equipo de Brasil había jugado el primer turno contra Perú, pudiendo rotar mucho a sus jugadores. El partido comenzó raro, con un primer tiempo cargado de exclusiones para nuestro equipo, con fallos muy controvertidos, como a lo largo de todo el torneo, pero que así y todo nos permitió ir al descanso por dos goles abajo. En la segunda etapa, no la arrancamos de la manera esperada y nos sacaron una diferencia considerable lo que nos obligó a intentar arriesgar más de lo previsto, pero la idea no era perder por poco, si no ganar, sabiendo que esto podía traer un riesgo y perder por una cifra más abultada, pero estábamos todos convencidos que el camino era el de arriesgar, finalmente el equipo Brasileño pudo resolver con solvencia todo lo que les fuimos planteando desde la defensa, siendo justos vencedores de esta final. EG- ¿Qué sensaciones y conclusiones trajeron de Colombia? Por el formato del torneo y el fixture que nos tocó, sabíamos que no iba a ser un torneo fácil y más aún si le agregábamos el factor altura ya que no sabíamos como podían responder los chicos debido a que no teníamos experiencias previas con ellos en altura y cada organismo responde diferente ante esta situación. Pero realmente formamos un equipo largo, que nos daba la posibilidad de rotar prácticamente en todos los puestos, a excepción del arco, ya que uno de nuestros arqueros se lesionó en el segundo partido y no hubo forma de recuperarlo ya que se había resentido de una vieja lesión muscular. Llevamos si no me equivoco, el equipo Cadete más alto de la historia de nuestro handball, con seis jugadores arriba del metro 90, 4 de ellos arriba del metro 95 y la gran mayoría arriba del metro 80, por ser jugadores de 15 y 16 años, considero que es un gran paso en la proyección de nuestras selecciones, a muchos de ellos, todavía les falta mucho trabajo, pero considero que está fue una experiencia muy rica para ellos, para que pudieran vivenciar sus fortalezas y debilidades en un torneo con los mejores jugadores de Sudamérica, pudiendo potenciar sus virtudes y hacer foco en lo que hay que mejorar para alcanzar el nivel que una selección requiere, y ahí es fundamental el trabajo compartido entre el club y la selección en cuanto a la formación de estos jugadores de gran talla que están en pleno crecimiento y muchas veces se los ve descoordinados producto de un crecimiento muy rápido, lo que genera en ellos, un desfasaje en su esquema corporal que solo el tiempo y el trabajo podrán recomponer. Destaco también, la forma en que nuestros jugadores se manejaron a lo largo de todo el Torneo, tanto dentro como fuera de la cancha, respetando consignas, decisiones arbitrales, rivales, realmente se comportaron como uno espera, como embajadores de su país, sintiendo la camiseta Argentina y defendiéndola en cada pelota como si fuera la última más allá del resultado. Todos estos son indicadores, sumando la capacidad de autocrítica de estos chicos, que me dejan tranquilo porque sé que van a seguir trabajando duro y con un foco claro en cuanto a donde apuntar, para poder volver a conseguir lo logrado por ellos mismos en el 2012, cuando les tocó estar en esa oportunidad, en lo más alto del podio. EG- Un mensaje para los chicos, padres, la hinchada allá y la de acá que le hicieron el aguante… A toda esa gente, simplemente le dejo palabras de “agradecimiento”, porque fueron los que nos apoyaron en todo el proceso y fueron los que estuvieron ahí para contenernos y brindarnos su calidez en el único momento no grato que vivimos durante este ciclo.