Tener todo bajo control
Por Seba Perotti Partido final del Mundial Adulto Masculino 2009. Se enfrentaban el local Croacia, contra Francia, en el Arena Zagreb ante unos 15000 espectadores. Era un encuentro parejo, y muy peleado, en donde los protagonistas se intercambiaban duros golpes que rozaban constantemente la sanción y donde los árbitros parecían no estar a la altura de las circunstancias. Además, dentro de la pista de juego había un gran duelo de jugadores que en algún momento fueron los mejores del planeta: Nikola Karabatic por parte de los francos y el croata Ivano Balic . Tanto es así, que a los 45 minutos y el encuentro empatado en 18, Balic, que a lo largo de toda su carrera demostró ser un jugador calmo, tras superar a Sorhaindo con una finta, recibe un golpe en la cara por parte de Karabatic, que intentaba ayudar en defensa. El atacante tras la mano dura que acababa de recibir, reacciono enfrentándose a aquel jugador, siendo separado por sus compañeros. Los jueces pitan solo falta y empieza una nueva jugada, en donde el extremo Goran Šprem recibe la pelota y es golpeado en su ingle tras saltar para lanzar al arco. Los franceses salen de contraataque y nadie detiene el partido a pesar de que hay un deportista arrojado en el suelo por el impacto que recibió en su cuerpo. Croacia logra detener el ataque con falta, pero en el momento que se frena el juego, todo el equipo reclama a los árbitros y a un delegado de la IHF que se encontraba cerca del banco de suplentes. Tres minutos después, se sanciona 7 metros por una falta cometida ante Nikola Karabatic. En ese momento, los locales empezaron a desesperarse y a protestar aún más y Francia, que se mantuvo tranquila, comenzó con una racha goleadora convirtiendo 6 tantos en 12 minutos ante 1 solo que pudo lograr su rival. El cotejo finalizó 24 a 19 en favor de los galos que de ese modo se consagraron Campeones del Mundo. Lo relatado anteriormente, en donde un equipo se ve ampliamente perjudicado debido a su desesperación y a su enojo ante distintos actores del partido, no es algo que sólo ocurra en el mas alto nivel del Handball, sino que muchas veces lo podemos vivenciar en el Balonmano local. ¿Cuántas veces observamos equipos que sufren una exclusión a causa de protestas hacia el arbitro? ¿O de jugadores que tienen un enfrentamiento personal con un adversario y no se concentran en el partido como deberían hacerlo? ¿Y las “calenturas” que muchas veces terminan en excesos a la hora de defender? Sin dudas son muchas las situaciones en la que los participantes de un partido ponen en juego sentimientos que obstaculizan el pensamiento racional, que es tan necesario en un deporte como el nuestro, donde se requiere una alta concentración e inteligencia en el desarrollo de cada jugada. Por lo tanto, consideramos que la templanza, es un aspecto que tanto un gran jugador como un buen entrenador deben poseer y desarrollar. La tarea no es fácil, no solo hay aspectos individuales que modelan nuestros comportamientos, sino que también, en los deportes que gozan de mayor difusión e influencia en los habitantes de nuestro país, es común observar situaciones conflictivas que generan costumbres en las personas a la hora de su práctica deportiva. Muchas veces podemos observar el mito de que “un jugador tranquilo no tiene garra” o “si sos muy tranquilo te pasan por arriba”. Si tenemos la posibilidad de observar a jugadores como Andrés Kogovsek, lo anterior queda totalmente desmitificado. “Cogote” es todo un ejemplo de deportista: humilde, respetuoso con el rival y los árbitros, líder, carismático y sobre todo sacrificado, demostrando su “garra” en cada partido. Desde GO7, queremos invitar a entrenadores y jugadores a reflexionar sobre la necesidad de priorizar el pensamiento antes que los sentimientos que nos atraviesan en un partido, siendo conscientes de que también somos ejemplos para otros deportistas y sobre todo para los chicos que nos observan desde afuera.