Desigualdad numérica
Semanas atrás la página de facebook de Handbol Córdoba daba a conocer un número de jugadores de la provincia: 1473, incluyendo cuerpos técnicos y delegados. El número sin dudas es interesante… pero ¿no es poco para una provincia que – junto a Mendoza – aspira a destronar a la Federación Metropolitana de Handball en Toreos Argentinos? La mencionada Fe.Me.Bal cuenta con más de 11.000 jugadores en sus filas, ésto es más de un tercio del total de jugadores federados, estimados en algo cerca de 30.000. Entonces… ¿por dónde analizarlo? Por un lado, deberíamos agradecer y felicitar – en este caso basados en los números de Córdoba – que los los seleccionados Cadetes o Junior de dicha provincia pierdan en prórroga o por 4 goles, respectivamente, en las finales de los torneos argentinos frente al combinado de Buenos Aires ya que la cantidad de «materia prima» de jugadores con la que cuenta uno y otro equipo es incomparable. Si, de modo azaroso, pensáramos que el 10% de cada provincia fueran cadetes masculinos por ejemplo, estaríamos diciendo que los mejores 14 de Córdoba surgen de una elección entre 150 chicos, mientras que los elegidos por Fe.Me.Bal surgen de un procesos de 1000 jugadores. 6 veces más que el anterior. No hay equivalencias Sin entrar en debates a cerca de quién es la responsabilidad de la desigualdad, lo que importa es mirar hacia adelante: Trazar planes de crecimiento de equipos, jugadores e instituciones, aumentar la base de la «pirámide» de jugadores de inferiores, captar talentos, desarrollar la competencia interna. Sí, sabemos que estamos siendo reiterativos. Nos pasa que creemos que luego de lo que hicieron Los Gladiadores en Qatar éste es El Momento. Y no se trata sólo de tirar la pelota para arriba. No importa en qué lugar del país te encuentres. Profesores, técnicos, jugadores, hinchas, medios y marcas tenemos el duro, pero probablemente muy satisfactorio, trabajo de aportar nuestro esfuerzo para que la desigualdad numérica desaparezca.