Actualidad, Handball, Opinión
Médico en Cancha
Ayer la triste noticia del fallecimiento de Diego Hellín – de 39 años – mientras jugaba al handball en Mendoza golpeó a la familia del balonmano argentino. No sólo porque el espíritu de este deporte nos hace sentirlo casi como propio si no también porque nos muestra lo vulnerable que estamos ante estos imprevistos. Y entonces se abre el debate. ¿Puede prevenirse? Los estudios médicos que se realizan anualmente los deportistas, ¿son suficientes? ¿Están protegidos los jugadores durante la práctica deportiva federada?. Hay muchas aristas para charlar y sin ser taxativos, nos detendremos en dos puntos. El primero es la existencia – o no – de un médico en cancha. Al ser nuestro deporte uno de fricción suelen presentarse situaciones de golpes que pueden ser de importancia: un lanzamiento que termina con el brazo lanzador golpeando o cortando al defensor, un golpe con el codo en la zona de la cara, o una mala caída son motivos suficientes para estar alerta. Más de una vez han sucedido y, de no ser por que uno de los equipos contaba con un botiquín de primeros auxilios, la situación podría haber sido más preocupante. Ni hablar en el caso de Córdoba donde la mayoría de las canchas donde se juegan los partidos son de piso duro (mosaico, granito, cemento alisado) con lo que una indeseada caída y golpe contra el mismo de cualquier jugador/a podría ser, cuanto menos, preocupante. Existen algunas disciplinas que por su estructura, trayectoria y tipo de juego cuentan con la obligatoriedad de disponer de un médico capaz de resolver estas cuestiones ni bien se produzcan; estamos hablando del rugby y del Hockey que por su estatuto y reglamento no puede disputarse un juego sin dicho profesional. La segunda cuestión es contar con un desfibrilador y alguien que lo sepa usar en caso de ser necesario. Ya el año pasado, milagrosamente un jugador en Luján se descompensó, con la suerte de que el club contaba con el equipo y en la tribuna había quien supo usarlo a tiempo. Claro, un equipo de ese tipo cuesta hoy $29.000. Sin dudas, pensando en nuestro deporte, ambas cuestiones serían un costo más para la ya onerosa actividad que es la disciplina amateur. No obstante, ¿cuánto vale una vida? ¿Cuánto vale salvarla o estar preparados?