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Guerra Declarada

La Federación Internacional de Balonmano (IHF) ha suspendido de funciones a la Federación Panamericana (PATHF), lo que le impide organizar competiciones y disponer de sus fondos, y la ha dividido en dos subconfederaciones, en contra del deseo de sus miembros, según ha comunicado el presidente, el egipcio Hassan Moustafa, a su homólogo continental, el argentino Mario Moccia. Estas decisiones fueron tomadas el pasado domingo en Zagreb por el Consejo (órgano ejecutivo) de la IHF y comunicadas por correo electrónico a Moccia. «Con un voto en contra», dice el correo que firma Moustafa, el Consejo decidió «dividir el continente panamericano en dos»: la Confederación Norteamericana y del Caribe, con 19 países, y la Confederación Sudamericana y Centroamericana, con 18. En la primera estarán como miembros de pleno derecho las federaciones de Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Canadá, Islas Caimán, Cuba, Dominica, República Dominicana, Groenlandia, Granada, Haití, Islas Vírgenes Británicas, Jamaica, Santa Lucía, México, Puerto Rico, San Cristóbal y Nieves, Trinidad y Tobago y Estados Unidos. Guadalupe y Martinica serán miembros regionales. En la segunda, Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela serán socios plenos y Guayana Francesa, socio regional. La carta recuerda que en el congreso de la IHF del 11 de noviembre se aprobó «por una mayoría de dos tercios» delegar en el Consejo directivo «la discusión, evaluación y decisión» sobre la federación panamericana y el cambio de estatutos que ello implicaría. La PATHF había convocado una asamblea el 7 de octubre en Bogotá en la que 25 de los 26 miembros rechazaron la división de su confederaciones, con 24 votos en contra y una abstención. El presidente Moustafa acusa a la PATHF de «violar el artículo 10.2, punto 3.1 de los estatutos de la IHF» al no invitarle a él mismo o a un representante a esa reunión. La Internacional elevó esta supuesta violación a su Comisión de Arbitraje y Moustafa asegura que se basa en su recomendación para «suspender a la PATHF», lo que implica que será la IHF la que organice en la zona «los torneos clasificatorios para los campeonatos del mundo y los Juegos Olímpicos». La reunión del Consejo de la IHF también incluyó en el orden del día la moción relativa a la división de la PATHF. «Debido a estas decisiones, amablemente le solicitamos que interrumpa con efecto inmediato cualquier gasto de los fondos de la PATHF y nos facilite el actual estado de la cuenta bancaria», le pide Moustafa a Moccia. También le urge a que envíe «inmediatamente» a la IHF los documentos que prueben que se ha gastado de forma correcta el millón de dólares que le corresponde en concepto de patrocinio para el desarrollo del balonmano en el continente. Reacción Por su parte, la PATHF, ha emitido un comunicado en el que rechaza las medidas adoptadas por la Internacional: El Consejo de la Federación Internacional de Handball (IHF, por sus siglas en inglés), bajo coerción y amedrentamiento de su presidente, Hassan Moustafa, ha decidido el pasado 14 de enero forzar la división de la Federación Panamericana de Handball (PATHF, por sus siglas en inglés) en dos entidades separadas, en un ataque a la soberanía de nuestra organización y a la integridad del deporte mundial. La PATHF se ha convertido en la víctima de un dirigente deportivo que manipula para beneficio propio a una federación internacional cuyo anhelo de construir un mundo mejor a través del deporte nada tiene que ver con esos intereses mezquinos. Nada más lejos de los principios de integridad deportiva promovidos por el Comité Olímpico Internacional que la gobernanza obscurantista aplicada por Moustafa y su política de miedo contra las federaciones miembro. La decisión tomada por el Consejo de la IHF en su reunión en Zagreb el domingo pasado, en la que se prohibió la participación de dos representantes de la PATHF (el Presidente de la PATHF Mario Moccia y el Representante Continental Rafael Sepúlveda Montalvo) que tenían derecho a estar presentes, busca un solo fin: desguazar a la familia panamericana de manera ilegal, violentando principios democráticos básicos, para silenciar  voces críticas al régimen de Moustafa. Más aún, esta decisión del Consejo de la IHF es ilegítima desde su origen: la votación del Congreso IHF que delegó en el Consejo la decisión no obtuvo los dos tercios necesarios, contrario a lo que dice Moustafa; del 66% de votos afirmativos que necesitaba, obtuvo 60% (102 positivos, 26 negativos y 40 abstenciones). Y semejante decisión nunca debió haberse intentado delegar en primer lugar. A sabiendas de la inminencia de la medida, que había sido tratada en el último Congreso de la Federación Internacional en Antalya el 11 de noviembre del 2017, la PATHF había elevado el 11 de diciembre una petición ante la Comisión de Arbitraje de la IHF para que bloqueara su aplicación, explicando por qué es ilegítima. Esta comisión tenía 30 días para expedirse pero a la fecha no lo ha hecho. La inédita división forzada de nuestra federación continental viola los principios democráticos y de autonomía expresados en los estatutos de la misma IHF, además de leyes de Suiza, donde la entidad tiene su sede. La IHF tiene potestad para regular en el aspecto deportivo pero jamás sobre cuestiones adminstrativas de una entidad independiente. Además, la IHF fuerza a separar a la PATHF en dos federaciones que deben incluir a miembros que no cumplen con los requisitos formales y/o deportivos necesarios para ser parte de la entidad. La única persona del continente americano en reunión del Consejo de la IHF en Zagreb, la presidenta de la Federación Canadiense de Handball y de la Comisión de Desarrollo de la IHF, Raquel Pedercini, fue denigrada a los gritos por parte del presidente de la IHF por haber defendido la unidad de nuestra confederación, y amenazada con “ser removida del cargo” por oponerse. La PATHF repudia absolutamente toda clase de violencia de género, tanto física como verbal, y defiende la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los estamentos deportivos. El intento de desguace de nuestra federación es un ataque directo contra el conjunto de nuestro deporte y, en definitiva, contra nuestros atletas. Sin lugar a dudas, Moustafa busca destruir el handball en América. Rechazamos además la decisión de la IHF de prohibirle a la PATHF la organización de torneos clasificatorios a los Campeonatos Mundiales y Juegos Olímpicos. Bajo la excusa de que se ha tomado esa decisión desproporcionada por el simple hecho de no haber invitado oficialmente a Moustafa a una asamblea extraordinaria de nuestra federación, la IHF busca escarmentar a la PATHF por negarnos a ser desguazados. En esa asamblea, realizada el 7 de octubre del 2017 en Bogotá, nuestra federación votó contra su división. Además, en un intento por asfixiar a nuestra federación, la IHF nos intima a dejar de financiar al handball en América, al tiempo que nos reclama congelar fondos que son propios de la PATHF sin ningún sustento legal. Para colmo nos reclama la rendición de USD 1.000.000 provenientes de un esponsor privado, sobre los cuales la IHF no tiene derecho alguno. La PATHF ha hecho la correspondiente rendición de los recursos gastados proveniente de esos fondos a sus miembros a través de estados contables debidamente auditados por profesionales independientes. Cada centavo se ha invertido en el desarrollo del handball en América. La reputación de nuestra Federación Internacional está en juego justo en un momento en que la opinión pública mundial exige transparencia y buenas prácticas a las entidades deportivas. La PATHF recurrirá a todas las instancias legales existentes para frenar el atropello de Moustafa y defender la integridad del handball a nivel mundial de aquellas fuerzas del pasado que hacen de la opacidad y la manipulación su único deporte.   Federación Panamericana de Handball   Fuente: Marca